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La importancia de la nutrición en la curación de heridas
La nutrición en la curación de heridas es fundamental para lograr el mejor resultado clínico. Las deficiencias nutricionales obstaculizan la curación de heridas y los procesos necesarios para lograrla. La malnutrición también está relacionada con una menor resistencia de la piel de la herida y mayores tasas de infección.
Los pacientes malnutridos pueden desarrollar lesiones por presión, infecciones y una cicatrización lenta de la herida. Esto da lugar a heridas crónicas que no sanan. Las heridas crónicas son una causa importante de otras enfermedades y mortalidad para muchos pacientes. Por lo tanto, constituyen una seria preocupación clínica. Debido a que la mayoría de los pacientes con úlceras crónicas sufren algún tipo de malnutrición, la terapia nutricional tiene el objetivo de corregir las deficiencias que retrasan la cicatrización.
Cualquier persona ha sufrido una herida; un corte, rasguño o raspón que ha roto la piel. La mayoría de las heridas en personas sanas se curan rápidamente cuando se mantienen limpias y sin infección. Hay heridas más graves que pueden requerir atención médica. Estos pueden incluir lesiones por presión que se desarrollan donde los huesos están cerca de la piel, como tobillos, espalda baja, codos, talones y caderas. Las lesiones por presión aparecen en personas que están postradas, usan una silla de ruedas o no pueden cambiar de posición. Las personas con diabetes también tienen un mayor riesgo de desarrollar úlceras en el pie que pueden tardar semanas o meses en sanar.
La nutrición en la curación de heridas influye en el correcto proceso de cicatrización. La razón es que las heridas graves aumentan los requerimientos de energía, vitaminas, minerales y proteínas necesarios para promover la curación.
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La fase catabólica en la curación de heridas
Incluso una herida pequeña puede alterar la forma en que el cuerpo metaboliza los nutrientes. A medida que el cuerpo intenta curarse de una herida, produce hormonas y dedica recursos adicionales (carbohidratos, grasas, proteínas, antioxidantes, etcétera) a la creación de nuevos tejidos. Esto se conoce como la fase catabólica de curación. El metabolismo esencialmente se acelera durante este proceso.
Si la fase catabólica se prolonga demasiado, puede producir malnutrición proteicoenergética. Esto inicia un ciclo negativo que hace más lenta la cicatrización de la herida y deteriora la salud. El cuerpo envía proteínas adicionales para tratar la herida y, como consecuencia, otros sistemas corporales y órganos importantes no reciben suficiente proteína. Esto conduce a una reducción de la masa muscular y a una cicatrización lenta de la herida.
La nutrición en la curación de heridas
La proteína es el aspecto más importante de la dieta cuando se trata de curar una herida. La energía (calorías de carbohidratos y grasas), aminoácidos, antioxidantes y minerales (zinc) también son importantes. Las necesidades dietéticas se debe calcular de forma individual. El médico o nutricionista puede ajustar los niveles de cada nutriente para facilitar la curación.
Proteína
La proteína es fundamental durante el proceso de curación de la herida porque ayuda al cuerpo a reparar los tejidos dañados. Al determinar la cantidad diaria de proteína que se necesita, el médico considera varios factores. Entre estos se encuentra el historial de alimentación y la profundidad de la herida. Si una persona no come carne todos los días, hay otras maneras en que puede aumentar la ingesta de proteínas. Los especialistas sugieren agregar leche en polvo a los cereales calientes, puré de papa y comer postres elaborados con huevos.
Vitamina C
La vitamina C ayuda al cuerpo a formar colágeno nuevo. Este es un antioxidante importante para la cicatrización de heridas, según el Centro Médico de la Universidad de Maryland. Buenas fuentes de vitamina C incluyen frutas cítricas, papaya, vegetales de hoja oscura, kiwis y pimientos.
Zinc
El zinc ayuda en el proceso de curación de la herida porque ayuda a mantener la durabilidad de la piel y las membranas de la mucosa. Además, este nutriente puede estimular el sistema inmunológico. Cuanto más fuerte sea este, mejor será su capacidad de combatir infecciones en la herida. El zinc se puede encontrar en muchos alimentos diferentes, como carnes rojas, lentejas, nueces de la india y semillas de calabaza.
Carbohidratos
Al recuperarse de una herida, es crucial incrementar el consumo de carbohidratos. La glucosa es uno de los principales tipos de carbohidratos y proporciona energía para los glóbulos blancos. Además, aumenta la producción de colágeno y promueve el crecimiento de fibroblastos. La avena, las frutas, la pasta y el arroz también son buenas fuentes de carbohidratos.
Grasas
Las grasas de los productos lácteos son esenciales cuando hablamos de la nutrición en la curación de heridas. Las membranas celulares se crean con ácidos grasos, por lo que se debe incluir fuentes adicionales de ellos para contribuir al proceso de curación. Los aceites de cocina y las carnes también son una buena fuente de grasas. Una taza de leche, yogur o una pequeña porción de queso son buenos ejemplos de cuánto se debe agregar en la nutrición en la curación de heridas.
Vitamina A
La vitamina A es otro antioxidante crucial. El cuerpo necesita vitamina A adicional para ayudar con la curación de heridas. Puede ayudar a combatir las infecciones y a controlar la respuesta inflamatoria. Debe vigilarse los niveles de vitamina A por el riesgo de toxicidad en caso de consumir demasiada. Las frutas y verduras rojas, los huevos, el pescado y las verduras de color verde oscuro son buenas fuentes de vitamina A.
En caso de tener diabetes o altos niveles de azúcar en la sangre, es importante controlar dichos niveles. Un buen control de la glucosa ayuda a la cicatrización y previene la infección. Se recomienda visitar al médico y a un dietista certificado para ayudar a controlar el nivel de azúcar en la sangre a través de la dieta y los medicamentos. La nutrición en la curación de heridas es un factor esencial que con frecuencia no recibe la atención adecuada.
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Fuentes
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